No es infrecuente que en la realización de tatuajes se comentan errores, tales como faltas de ortografía, borrones, diseños que no se corresponden exactamente con lo que habíamos solicitado, etc.

Si hemos sufrido algún tipo de problema en la realización de nuestro tatuaje, debemos saber que podemos reclamar una indemnización por los daños ocasionados a consecuencia del mismo, siempre y cuando éste se hubiera llevado a cabo en un centro o establecimiento autorizado mediante licencia para este fin.

De manera que, si nos hemos tatuado en un centro o establecimiento que cumple con los requisitos para desarrollar esta clase de actividad, rige entre el centro o establecimiento y nosotros una relación contractual por la que el tatuador responde de la mala ejecución del tatuaje.

En este sentido, conviene poner de manifiesto que todos los centros o establecimientos de tatuajes están obligados por ley a contar con un seguro de responsabilidad civil que se haga cargo de este tipo de indemnizaciones, por lo que en caso de resultar perjudicados por un incidente de este tipo no debemos dudar en efectuar la reclamación correspondiente.